En estas fechas en las que la Navidad y la entrada de un nuevo año se unen en largos días de celebración, casi todos hemos estado en fiestas, reuniones con amigos, los móviles y los mensajes son interminables y hemos escuchado una y otra vez la palabra "Felicidad" en todas las conjugaciones posibles. Paradójicamente en las mismas fechas surgen conflictos familiares varios o se recuerdan con dolor los ya existentes.
Yo les deseo que en este año que recién comienza, entierren todos los rencores, los malos recuerdos y planten en lugar de árboles de navidad un enorme, frondoso y verde árbol del perdón en vuestras mentes y vuestros corazones.
Para ser felices hemos de perdonar y perdonarnos . Dejar de sentirnos culpables por lo que hemos hecho en el pasado o por lo que hemos dejado de hacer y comenzar a actuar con paso firme hacia el futuro.
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Perdonar y Perdonarse es una maravillosa forma de amarse, de ser amigo de uno mismo, de aceptar que podemos equivocarnos y aprender de las experiencias difíciles sin perder la autoestima. Perdonar además es una forma de liberación plena ya que nos permite soltar ataduras y continuar por el largo camino de la vida.
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Perdonar no siempre es olvidar, no es compartir, pero sin dudas nos devuelve la paz y premia nuestros esfuerzos; nos reconcilia con nosotros y con los demás. El perdón nos permite adueñarnos por fin de nuestras emociones y constatar que no hay felicidad sin sensibilidad, ni sabiduría sin flexibilidad. Para ser felices hemos de perdonar y perdonarnos.
Te deseo hoy y durante el resto de tu vida que perdones y te perdones, que seas libre y entonces serás muy feliz.
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