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4 Cuestiones Importantes de las Enfermedades Psicosomáticas

Lisbet Rodríguez del Risco 4 Cuestiones Importantes de las Enfermedades Psicosomáticas

 

1. Enfermedades Psicosomáticas- ¿ Qué son?

El término psicosomático engloba las palabras psique (alma) y soma (cuerpo). Si quieres conocer las Enfermedades Psicosomáticas más comunes, hoy te acompañamos mientras entras en este nuevo mundo, pero no sin antes, ver que se entiende por enfermedad psicosomática.

Enfermedades Psicosomaticas

Enfermedades Psicosomaticas

Las enfermedades psicosomáticas son estados, problemas o patologías de índole psicológica que se manifiestan por medio de molestias físicas. Sin embargo, esta afirmación transcurre también en sentido inverso: las afecciones corporales pueden provocar trastornos psicológicos.

El sistema nervioso vegetativo constituye un puente entre la psique y el cuerpo. Por ello, en situaciones de miedo o estrés, se acelera el pulso y aumenta el riego sanguíneo. Cuando el sobre esfuerzo tiene una duración excesiva, aparecen, en ocasiones, trastornos psicosomáticos. Si estos se muestran de forma constante o intermitente, se crea una situación de estrés sostenido y puede generarse un círculo vicioso.

El término Psicosomático no es muy común entre nosotros, sin embargo:

2. ¿Son frecuentes estas Enfermedades?

 

Sí, las enfermedades psicosomáticas son muy frecuentes, se ha descrito que casi un 12% de la población europea sufre estas molestias y además se considera que una cuarta parte de las personas que acuden médico de atención primaria lo hacen debido a padecer este tipo de enfermedades, aunque evidentemente ellas lo desconocen:

Dolor de espalda 71%
Mareos, vértigos 65%
Dolor en extremidades 60%
Gases en el estómago 52%
Dificultad al respirar 50%
Palpitaciones, taquicardia  49%
Dolor en articulaciones 45%
Náuseas 43%
Dolor en el pecho 44%

3. ¿Son reales o un invento de la persona?

 

Es evidente que cuando alguien acude al médico de cabecera no lo hace por una decisión arbitraria, en este sentido es interesante apuntar que no hay ninguna relación entre enfermedades psicosomáticas e irrealidad o lo que es más gráfico "El paciente no se inventa voluntariamente su padecimiento" y aún más "El paciente siente lo que está expresando y el padecimiento que le aqueja es real". Digamos que el kit de la cuestión radica en que el origen de su padecimiento no es orgánico sino puede estar sobre la base de la gestión de sus emociones u otros factores psicológicos como el estres,  la ansiedad o la depresión.

Sin lugar a dudas nuestro cuerpo nos va dando señales de incomodidad o malestar poco a poco, aunque en ocasiones como dice el refrán "no hay peor ciego que el que no quiere ver", así es que cómo nuestra mente está "ocupada en otras cuestiones más prácticas e importantes", estas señales de aviso pasan despercibidas y finalmente el cuerpo digamos que estalla en forma de enfermedad.

Otra posible explicación la podemos encontrar en los mecanismos que establecemos para pensar sobre nuestras experiencias vitales en general, lo cuál también incluye la salud. Hay ocasiones en las que experiencias dolorosas que para algunos resultan casi imperceptibles otros las viven como insoportables.

Cuantifiquemos nuestras molestias y veamoslo más claramente:

Podemos decir que un 70% de las molestias que sentimos de forma cotidiana en nuestro día a día tienen su origen en causas naturales, es decir, nuestro cuerpo es una compleja maquinaria que trabaja sin detenerse durante las 24 horas del día incluso cuando estamos durmiendo, así  que el  propio funcionamiento del organismo cuando realizamos la digestión, cuando respiramos, o cuando sudamos dependiendo de factores ambientales (temperatura, humedad, contaminación, etc), el tipo de alimentación o nuestros hábitos pueden provocarnos malestar físico.

Sólo un 5% de nuestras molestias o dolores se deben realmente a enfermedades físicas. Además, sólo un 10% de éstas son graves. Si sacamos cuentas es claro: De cada 1000 molestias sólo 4 se deben a enfermedades graves.

Por último el 25% de las molestias físicas que podemos sentir se deben a causas psicológicas. Justo en este tramo es donde encontramos las enfermedades psicosomáticas.

Tanto nos hemos perfeccionado intelectualmente que olvidamos la sabiduría popular, lo que nos brota del cuerpo de forma incosciente y hasta hemos olvidado escucharnos a nosotros mismos con tanto ruido alrededor.

Si recordamos frases tan gráficas como:

    • "Llevar una pesada carga sobre las espaldas"
    • “Me clavó un cuchillo por la espalda”
    • “Me rompió el corazón”
    • “Me dio una patada en el estómago”
    • "Tragué bilis"

Así es que en relación a estas frases vemos que las enfermedades psicosomáticas más comunes son:

  • Trastornos cutáneos: acné, dermatitis, pruritos, eczemas, hiperhidrosis, urticaria y alopecia areata.
  • Trastornos respiratorios: asma bronquial e hiperventilación, rinitis alérgica.
  • Sistema inmunitario: cáncer, enfermedades infecciosas, alergias.
  • Trastornos cardiovasculares: enfermedad coronaria, taquicardia, arritmia, hipertensión, estreñimiento, hiperacidez, colon irritable y dispepsia.
  • Dolor crónico: cefaleas, migrañas, artritis reumatoide, fibromialgia.
  • Trastornos endocrinos: hipertiroidismo, hipotiroidismo, diabetes y obesidad.
  • Trastornos osteomusculares: tortícolis y cefaleas tensionales.
  • Trastornos genitourinarios: dismenorreas, desórdenes menstruales.

4. ¿Tienen tratamiento las Enfermedades Psicosomáticas?

En la actualidad el tratamiento que  se considera más adecuado para este trastorno es la psicoterapia, evidentemente en la mayoría de los casos acompañada de un abordaje multidisciplinar, de forma que si es necesario se combine con un tratamiento farmacológico ya que las afecciones físicas no podemos olvidar que son reales.

Se ha comprobado que el trabajo psicoterapéutico que permita identificar  y  gestionar adecuadamente las emociones, permite que estos pacientes tengan una mejoría de la sintomatología psicosomática.

Teniendo en cuenta la necesidad de vernos y reconocernos como una entidad única en la que mente y cuerpo se interrelacionan indudablemente, en la recuperación y el tratamiento de la persona que padece una enfermedad Psicosomática es vital:

Reencontrarse y reconquistar su cuerpo.

Ser libre conscientemente y ejercer el deseo de vivir de forma plena.

Aprender a escuchar al propio cuerpo.

Gestionar las emociones propias y la forma en que nos relacionamos con el otro consiguiendo que no sea dañino.

 

 

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